
Estas son las brochas que no pueden faltar en tu bolsa de maquillaje
Existen tantos tipos de brochas de maquillaje que parece lo más difícil del mundo escoger una, pero no te preocupes, estamos aquí para mostrarte las funciones de cada una y que puedas escoger la que se adapte a tus necesidades.
Se clasifican en dos categorías: por tipo de pelo, por forma y longitud de la brocha.
Existen brochas de pelo sintético y de pelo natural; las primeras funcionan mejor con líquidos pues son más resistentes, las de pelo natural son buenísimas para polvos ya que dan un acabado más natural y suave.
En cuanto al corte de pelo existen plano, redondeado, en punta y biselado.
Las brochas planas son perfectas para difuminar ya que aunque atrapan mucha cantidad de producto, lo sueltan de manera equitativa permitiendo un acabado natural.
Las brochas redondas son buenas cuando buscas precisión en el maquillaje, atrapan menos cantidad de producto por lo que no te pasarás de color. Son buenísimas para aplicar blush.
Las brochas en punta atrapan todavía menos producto y son mejores en cuanto a precisión. Se utilizan para aplicar correctores o contornos. En su mayoría son pinceles para sombras de ojo.
Las brochas de corte biselado son conocidas como las del contouring ya que se adaptan a formas de nuestra cara que no son planas, como los pómulos o la barbilla.
También existen diferencias en cuanto a la longitud del pelo:
Las brochas con pelo corto atrapan mucho producto por lo que son buenas para dar fuerza al maquillaje. Se utilizan para las partes oscuras del ojo y el delineado.
Las brochas con pelo largo son mejores al difuminar ya que tienen más libertad de movimiento y dan un acabado suave.
Por último se clasifican según su tamaño:
Las brochas más grandes se utilizan para la zona de la cara, con ellas puedes aplicar la base, el bronzer y el polvo.
Las brochas medianas son ideales para zonas específicas de la cara que no son muy chicas, como el blush en los pómulos.
Las brochas pequeñas se utilizan para delinear y maquillar zonas pequeñas gracias a su precisión. Las más comunes son las de los ojos, pero también existen para los labios y para hacer un contouring más preciso.